Trabajo en equipo y biodiversidad

José Javier León
Maracaibo, República Bolivariana de Venezuela
IBERCIENCIA. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica

Publicado en IBEROAMÉRICA DIVULGA
 



Aprovecharé la oportunidad para narrar una experiencia. Se trata del desarrollo de un proyecto denominado UBV Biodiversa, cuyo objetivo general es comunicar la biodiversidad de la sede de la Universidad Bolivariana de Venezuela, sita en Maracaibo. El proyecto nació imbuido de la necesidad de trabajar unidos para aprender, darnos fuerzas y hacer frente a las adversidades.

Para nadie es un secreto las dificultades que atraviesa mi país. Las mismas se reflejan, no podría ser de otra manera, en temas esenciales: alimentación, salud, trabajo, educación. No haré un análisis en términos políticos, no es este el lugar. Sí, para intentar un breve balance de la estrategia que un equipo de profesores en compañía de sus estudiantes implementó para aprovechar al máximo los recursos con los que cuentan y salir airosos.
En la UBV existe una unidad básica integradora que llamamos proyecto, la misma atraviesa de manera transversal el pensum y funciona como eje articulador. Lo primero que hicimos tres docentes del Programa de Formación de Grado Comunicación Social a cargo de dicha unidad fue buscar una idea común y la encontramos en la propuesta de comunicar la biodiversidad de la sede universitaria.
Valga saber que la sede está localizada al oeste del municipio, en una eco-región con un enorme potencial agrícola poblada mayormente por comunidades campesinas criollas e indígenas. La universidad misma cuenta con tierras y agua en abundancia. Estas condiciones propiciaron pocos años atrás el desarrollo de un proyecto denominado Cumbe, nombre que proviene de la resistencia de los esclavos africanos en la Colonia que huían de las haciendas para fundar un territorio liberado. El Cumbe de la UBV sirvió de laboratorio agroecológico para el ejercicio colectivo y comunitario de producción de frutas, vegetales, hortalizas y medicinas naturales.
Uno de sus promotores ha sido un sociólogo adscrito al programa de Comunicación Social, el profesor Oswaldo Garrido, quien ha levantado información sobre algo más de 200 especies comestibles y medicinales que se encuentran en los predios de la sede universitaria. Esta experiencia fue la semilla del proyecto que emprendimos; Garrido, la licenciada en letras Ruth Jiménez, quien durante años investigó las propiedades del barro para la elaboración de adobes y sistemas alternativos de autoconstrucción, y yo, que ayudé a coordinar un plan de formación con el cual junto a los estudiantes construir colectivamente contenidos a partir de las imágenes, audios, textos y vídeos obtenidos en la investigación.
El plan ceñido a un cronograma que desafió y sorteó las dificultades (cortes eléctricos, paros de transporte, sabotaje financiero, estrés cotidiano), partió de una introducción al reconocimiento de nuestra biodiversidad, seguida de talleres de fotografía, diseño gráfico, redacción para redes y blogs, para culminar con uno de edición audiovisual. Se tuvo el cuidado de que los talleres aseguraran un complemento práctico, así por ejemplo el de fotografía, dictado por Norman Prieto, tuvo su correlato en sendos recorridos por los alrededores en compañía de Oswaldo Garrido, el mismo Norman Prieto1, la fotógrafa Ana María Otero2 con la compañía y asesoría del biólogo, docente e investigador de la UBV, Heberto Prieto3 .
El proyecto incluyó el registro audiovisual de tres entrevistas sobre las bases teórico-prácticas del proyecto las cuales sirvieron de insumo para los ejercicios de edición audiovisual practicados en software libre con el programa Kdenlive4 . Por cierto, la edición o postproducción se logró en uno de los edificios de moderna, funcional y liviana arquitectura que cuenta con espacios de usos múltiples dedicados al deporte (gimnasio, boxeo, esgrima, voleibol, basquet), a la cultura y la organización comunitaria conocidos como Cancha de Paz, ubicados en zonas populares. Aquí mismo se encuentra un Infocentro, laboratorio de computación con sala de lectura y cafetín.
Considero interesante que los tres grupos de proyecto están en niveles de formación distintos, lo cual desafía la tradicional división en grados y rompe con la lógica de las “materias” fraccionadas o separadas. El proyecto mancomunado aúna esfuerzos y concentra los contenidos en función de objetivos comunes. Adicionalmente, los ejercicios y las tareas tienden a homologar la calidad de las prácticas y mejor aún, los resultados.
“El aprendizaje colaborativo -se lee en un resumen del informe Tendencias clave que aceleran la adopción de nuevas tecnologías en la educación superior-, que se refiere al trabajo conjunto de estudiantes y educadores en actividades entre iguales o de grupo, se basa en la perspectiva de que el aprendizaje es un constructo social. Este enfoque incluye actividades normalmente centradas en cuatro principios generales: la posición central del estudiante, el énfasis en la interacción, el trabajo de grupo y el desarrollo de soluciones para desafíos reales.”5
En mi caso, los estudiantes tienen el objetivo de construir un emprendimiento denominado Unidad de Producción Audiovisual (UPA)6 . He insistido en que para poder crear dicha unidad deben especializarse en producción audiovisual, pues aunque la formación regular sea buena, se adquieren conocimientos básicos alejados de la práctica necesaria para competir o hacerse de un espacio propio y versátil en el intenso “mercado” audiovisual.
Al respecto, leemos en el documento citado: “Integrar el espíritu empresarial en la educación superior reconoce además que cada gran idea tiene que comenzar en algún lugar, y los estudiantes y el profesorado pueden estar equipados con las herramientas necesarias para dar lugar a un progreso real. Para mantener el ritmo, las instituciones deben evaluar críticamente su programa de estudios e implementar cambios en sus métodos de evaluación con el fin de eliminar las barreras que limitan el desarrollo de nuevas ideas.”
No se trata de aspirar a competir por competir en un ámbito abarrotado de producción privada y comercial, sino a colocar en los medios de una ciudadanía necesitada de comunicación responsable, productos audiovisuales soportados en una ética que promueva la vida en comunidad; y que ello sea -he allí el reto- una actividad económico productiva que le permita a nuestros egresados trabajar de manera digna, autónoma e independiente.
Como se quiera, es obvio que requieren aprender a hacer y, en nuestro caso, aprender a hacer comunicación de manera profesional, competente y eficaz. En este marco de ideas, comprendemos que “A medida que los factores sociales y económicos re-definen cuáles son las habilidades necesarias en el mundo del trabajo actualmente, las universidades deben replantearse la forma de definir, medir y demostrar el dominio sobre un tema y habilidades interpersonales como creatividad y colaboración”.
Por ello, paralela a la formación natural del PFG, hemos elaborado planes de formación con series de talleres facilitados por expertos en comunicación y áreas afines que comparten generosamente sus conocimientos técnicos, su experiencia y en especial, su tiempo y su sabiduría.
En ese sentido, participamos activamente en la convicción de que: “A medida que la educación superior se aleja de las clases tradicionales basadas en conferencias para dirigirse a actividades más prácticas, las aulas empiezan a parecerse al mundo real del trabajo y a entornos sociales que fomentan las interacciones orgánicas y la resolución de problemas interdisciplinarios”.
El proyecto UBV Biodiversa -desde mi perspectiva- ha fungido de excusa para tener de primera mano, con investigación y sistematización propia, datos traducibles en clave comunicacional. Esta praxis la conocemos con el nombre de Aprender-Haciendo. En el ánimo del documento citado, hemos comprendido que: “Para mantener su motivación, los estudiantes necesitan ser capaces de hacer conexiones claras entre sus cursos y el mundo real, y entender el impacto de sus nuevos conocimientos y habilidades. El aprendizaje basado en proyectos, el aprendizaje basado en desafíos, el aprendizaje basado en la investigación y métodos parecidos están fomentando experiencias de aprendizaje más activas”.
Nuestro proyecto se inscribe en la urgencia de promover modelos de producción diversificados, a partir de la agricultura familiar, campesina, urbana, periurbana e indígena, recuperando, validando y divulgando modelos tradicionales y sostenibles de producción, grupos de trabajo para el registro de la memoria histórica y la difusión de los contenidos de la cultura popular o étnica. Busca, además, incentivar la difusión en los medios de comunicación masivos, públicos y privados, de los contenidos históricos, culturales, populares, tradicionales y de nueva producción, con énfasis en las Prácticas tradicionales y ancestrales de comunidades locales y pueblos indígenas sobre la diversidad biológica enfocados al rescate y sistematización de prácticas ancestrales y tradicionales para la conservación y aprovechamiento sustentable
En el proyecto convergen varios procesos teóricos: a) El Aprender-Haciendo; b) La Educación Cooperativa, c) la Producción de Contenidos Educomunicativos; y d) Los Aprendizajes Significativos en Producción y Alimentación Soberana.
Paulo Freire, en Carta a Guinea Bissau del 5 de enero de 1976 plantea unas cuestiones que nos ayudan a situar nuestro problema y nuestra praxis: "qué conocer, cómo conocer, para qué conocer, a favor de qué y de quién conocer -y, por consiguiente, contra qué y contra quién conocer- son cuestiones teórico-prácticas y no intelectualistas que nos son planteadas por la educación en cuanto acto de conocimiento". Respondemos:
¿Qué conocer? La biodiversidad que hace parte de nuestra sede.
¿Cómo conocer? En cooperación y articulación con diversos sujetos de la comunidad universitaria generando formas de producción de contenidos audiovisuales sobre el tema de la biodiversidad, lo cual nos permitirá conocer técnicas para el aprendizaje cooperativo.
¿Para qué conocer? Porque conocer la biodiversidad de nuestro territorio nos prepara para ejercer la seguridad nacional, la soberanía y la independencia.
¿A favor de qué y de quién conocer?A favor de la comunidad ubevista y del pueblo en general.
Finalmente, ¿contra qué y contra quién conocer?Contra la invisibilización, la ignorancia y la desmemoria, contra el ecocidio y el etnocidio que se practica sobre nosotros y nuestros territorios por parte de diversos agentes del modelo económico hegemónico y en particular por una educación colonial y dependiente de paradigmas enajenantes que nos han hecho extraños los fundamentos antropológicos, sociales y culturales que nos constituyen.

6  El 17 de julio del año pasado fue publicado en Iberoamérica Divulga un trabajo titulado “Las Unidades de Producción Audiovisual experiencias que vinculan saber y trabajo”: https://www.oei.es/historico/divulgacioncientifica/?Las-Unidades-de-Produccion-Audiovisual-experiencias-que-vinculan-Saber-y . En este otro, se explica de manera más extensa el proyecto: http://unidaddeproduccionaudiovisual.blogspot.com/2017/10/las-upa-proyecto-articulador-de-la.html

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